Seguro que tú también has oído hablar del concepto de “nube”, cada vez más insistentemente. Al principio sólo unos pocos sabían a qué se refería dicho concepto, pero hoy en día ya todos sabemos qué es, qué usos tiene, qué datos guarda para nosotros y cómo podemos acceder.
También sabemos las ventajas e inconvenientes que tiene alojar nuestros datos en la “nube”. Cualquier archivo que necesitas, ahí lo tienes listo para trabajar; esa foto que acabas de hacer con la cámara de tu móvil la subes y ya es accesible desde cualquier otro dispositivo. Pero también tiene sus riesgos, desde olvidarnos de hacer una copia de seguridad en algún otro lugar y borrar algo por error hasta accesos indeseados a nuestros archivos.
La capacidad, el gran problema de la nube
Dependemos cada vez más de éste sistema de almacenamiento “intangible”, virtual en cierto modo. Pero no nos engañemos, de virtual tienen poco. En algún lugar hay un sistema de almacenamiento físico, con sus discos duros conectados en el que se alojan nuestro bien más preciado, nuestros datos. Y todo esto tiene un coste, los discos duros no son precisamente baratos y los grandes centros de datos de compañías como Google, Apple, Dropbox o Amazon tienen muchos de éstos discos. Hay que añadir el coste eléctrico y de mantenimiento que supone tener en funcionamiento un sistema de éstas características las 24 horas del día, los 365 días del año. En consecuencia, el coste del giga en estos servicios en la “nube”, más allá de los incluidos en el plan gratuito, tiene un precio considerable, sobre todo si necesitamos almacenar muchos datos.
¿Qué es un NAS?
Sus siglas en ingles NAS (Network Attached Storage) significan “almacenamiento conectado en red”, en definitiva, un dispositivo conectado a nuestra red de ordenadores en el que podemos almacenar nuestros archivos y al que accederemos desde cualquier equipo de dicha red.
Un NAS es nuestra propia “nube”, una manera eficaz de guardar información para que todos los usuarios de la empresa la tengan disponible en todo momento. Un NAS es un ordenador más de la red, pero especializado en el almacenaje de datos, por eso está equipado con varios compartimentos donde instalar discos duros que aumenten su capacidad y un sistema operativo que gestione todas sus funciones.
Otros usos de un NAS
Pero las funciones de un NAS no se quedan en ser un simple “cajón” donde meter información. Los NAS modernos disponen de infinidad de características que los hacen realmente atractivos, en el NAS de nuestra empresa podemos poner en marcha un servidor FTP, un servidor Web, un servidor DLNA/UpNP para trasmitir música y video a otros dispositivos como equipos de música y televisiones, un servidor de copias de seguridad donde almacenar un “Backup” de los archivos importantes de los demás equipos de la red, podemos incluso acceder al mismo cuando no estemos en la red física de nuestra empresa, facilitando el teletrabajo a distancia de los empleados.
Todas estas funciones pueden expandirse, el sistema operativo de estos equipos está preparado para añadir “módulos” o aplicaciones que nos permitan ampliar las funciones del mismo, desde un antivirus que escanee archivos infectados en nuestro sistema de archivos hasta servidores para compartir archivos “Torrent”, pasando por un sistema de gestión de nuestras cámaras de vigilancia.
Ventajas y desventajas del NAS frente a la “nube”
- Bajo consumo: Están diseñados para su uso continuo, sin descanso, por eso tienen una buena optimización en el uso de recursos y gestión energética. Su procesador no necesita ser muy potente por lo que tampoco gasta mucha energía, indispensable para no abultar nuestra factura eléctrica.
- Mayor capacidad, sin cuotas mensuales: La inversión inicial puede ser considerable dependiendo del modelo elegido y añadiendo el coste de los discos duros que instalemos en nuestro NAS, sin embargo, la capacidad es inmensamente mayor que la ofrecida por los servicios en la nube. Sin necesidad de pagar el precio que una capacidad de tal magnitud tendrían en los principales servicios como Dropbox, Google drive, etc.
- Los datos no salen de nuestra empresa: todos nuestros archivos están en los discos duros del NAS, no en los discos de un tercero, podremos acceder rápidamente a los mismos y gestionarlos de una manera más personalizada y eficiente.
- Copias de seguridad: nuestros datos más importantes estarán a salvo en caso de cualquier problema. Podemos configurar nuestro NAS para que sea el almacén donde guardar copias de seguridad de los equipos de trabajo de los empleados, tanto en sistemas Windows, Linux o Mac. Además, nos da la opción de hacer copias de seguridad de los propios directorios dentro del NAS, en caso de que sea el único lugar donde alojemos dichos archivos.
Pero no todo son ventajas, un NAS es un sistema informático en sí mismo y como tal necesita un mantenimiento. Desde comprobar la salud de los discos duros, hasta revisar e instalar periódicamente las actualizaciones del sistema operativo. Y aunque el uso y configuración básico es una tarea realmente sencilla, hay funciones y características que necesitan ciertos conocimientos más avanzados para poner en marcha. Por no hablar de los discos duros, que son un componente que dista mucho de ser infalible, de ahí la importancia de tener disponible una copia de seguridad de los datos más importantes.
En definitiva, si necesitas un sistema versátil donde almacenar los datos de tu empresa para que sean accesibles a todos los empleados de la misma y facilitar así su trabajo, un NAS es tu mejor aliado. En el mercado existen muchas marcas y modelos, con sus ventajas y desventajas. En Tera Informática estaremos encantados de asesorarte en la compra de tu NAS.